Hombres y mujeres somos perfectos. Tenemos un diseño que funciona a la perfección. Como todos los seres vivos, la vida nos da una capacidad para alimentarnos y otra para defendernos. Esto significa que tenemos la capacidad de sentirnos bien y evitar sentirnos mal. Claro que esto se va desarrollando a lo largo de la vida.
No obstante, hay un momento muy vulnerable en este proceso: la adolescencia. Ahí nuestra identidad, nuestro poder, nuestras elecciones pueden determinar nuestro camino.