5 de enero de 2014

Noche de Reyes

La magia empieza desde bien pequeños. Cuando somos conscientes de que existe un mundo mágico que vela por nosotros. Todo es posible y nosotros hemos cumplido con nuestra parte: hemos sido buenos. Más o menos. Las travesuras no cuentan; al fin y al cabo somos niños ¿no?

Hay un concepto clave y es que alguien tiene el poder de hacerme feliz. Ese alguien puede llamarse Melchor, Gaspar o Baltasar.

Con tal expectativa e ilusión escribimos la carta, pidiendo a los Reyes Magos que nos traigan lo que queremos, lo que soñamos.

Todo lo envuelve un halo de misterio, de bondad, de amor, de magia y nos encanta. Por supuesto, siempre existen renegados al puro estilo Mr. Scrooge  que tachan el momento de comercial, consumista, etc. tratando