Ser mujer no es sólo haber nacido
con cromosoma XY que nos proporciona mamas, útero, ovarios, vagina, y más, que
también.
Ser mujer es reconocerse como ser
humano, es decir, con alma encarnado en un cuerpo que tiene unas características
diferentes a las del hombre y que ambos se complementan –y se completan- a
todos los niveles, pasional, emocional e intelectual. El alma es la misma en
cuanto a grandeza y a no identificación sexual. Lo que albergamos en el cuerpo
es el estilo propio de expresión de esa alma con todos sus valores.
Ser mujer, por lo tanto, es amar
al hombre y buscar ser amada por él.
Ser hombre es amar a la mujer y
buscar ser amado por ella.
Ahora, la gran pregunta: ¿qué
significa amar al otro género? Entregarse con grandeza a la otra persona para
hacerla feliz, porque queremos, porque nos sale, porque nos lo inspira