4 de julio de 2014

Frente al espejo

El hecho de que hacienda nos robe, seamos todos o no, nos toca mucho las narices. Que lo haga una empresa privatizada de gas o luz, hace que se nos lleven los demonios. Y si pagamos un servicio personalizado y nos timan, puede ir preparándose hasta el Tribunal Constitucional por la que vamos a liar.

Ahora bien, si lo que nos roban es algo más vulnerable, durante mucho más tiempo y sin que nos demos cuenta, de tal manera que se lleven parte de nosotros y nuestras vidas ¿entonces qué ocurre? Lo que pasa es que no