9 de agosto de 2014

Amigüitas y amigüitos

“A la familia no la eliges, pero a los amigos sí”. Sentencia totalmente discutible, tanto la primera como la segunda parte. Sobre todo por eso de no dar por sentado las cosas. A veces viene bien darle un par de vueltas antes de aceptar la hipótesis nula como verdadera.

Veamos. La parte contratante de la primera parte, o lo que es lo mismo: “A la familia no la eliges”. ¿Y si la elegimos? Puesto que la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma, ¿pudiera ser que en el lugar donde