Podemos poner la barrera entre
esté mundo y el otro tan ancha como queramos. Algunas personas la ponen tanto,
que directamente no existe otra vida y todo empieza y acaba aquí, con uno
mismo. Que si me apuras, ese «uno mismo» termina por creer que vive en «El show
de Truman» y cuando muere, se acabó la función para todos. No hay más.
Cuando hablamos de «este mundo» y «el otro» es importante puntualizar que todo es lo mismo, con formatos
diferentes, para que no haya lugar a confusión.
Apelando a la filosofía como vía
de conocimiento propio y ajeno, los interrogantes de «quiénes somos, de dónde
venimos y a dónde vamos» van desde los griegos a Siniestro Total –el grupo,
claro- pasando por toda la humanidad. Todos y todas, alguna vez en la vida nos
hemos preguntado, aunque haya sido brevemente y sin siquiera esperar respuesta
alguna, por