Reírse es un acto de lo más saludable. Posee innumerables beneficios
físicos y mentales. No hace falta que venga ningún psicólogo, fisiólogo, ni
maestro de nueva era a decírnoslo. Sabemos que riéndonos nos lo pasamos de
maravilla y después, nos sentimos contentos, satisfechos, optimistas. Podemos
reírnos solos o acompañados. No es necesario elegir: disfrutamos y nos
carcajeamos leyendo un libro o viendo una película y cuando estamos con otros
creamos lazos a través de la risa.
Si sabemos todo eso, ¿por qué no nos reímos más? Y en algunos casos, ¿por qué
no nos reímos? Hay personas que pueden pasar un día entero sin reír. A lo sumo
sonríen por cortesía en alguna conversación, pero es una