De los creadores de “La gente es
lo peor” y “El mundo está hecho un asco” llega... “¡Todos hablan pero nadie hace
nada!”
En cualquiera de las tres
afirmaciones, nos vemos como marcianos, abservando desde nuestro planeta lo que pasa en la Tierra, como si nosotros no tuviéramos nada que
ver. Para tener esa actitud sólo hay dos opciones: o los demás son peor que nosotros o nosotros somos
mejor que los demás. En cualquier caso, hacemos lo mismo: quejarnos y criticar, cosa que deja una sensación de pesimismo en el ambiente y de culpabilización al
personal.
El gobierno nos hace la vida
imposible, las multinacionales nos quitan el trabajo, los bancos nos rematan,
las leyes están acabando con el bienestar