26 de febrero de 2013

Piedra a piedra

Todo o nada. Blanco o negro. La famosa escala de grises está fenomenal para explicar otros conceptos o para consolar a amigos desesperados. Sin embargo, en cuanto a nosotros se refiere queremos lo que queremos para ayer. Vamos, que lo de ir poco a poco no nos suele hacer mucha gracia. Tal vez son reminiscencias de la infancia, cuando queríamos el yogur en ese
momento y no las lentejas para llegar al yogur.

¿Cómo construir desde los cimientos sin perder la fe, la fuerza, la esperanza de que realmente vamos a poder llegar a amueblar la casa si lo que vemos es que no hemos llegado ni a la segunda fila de ladrillos?

Todo va a depender de nuestra entrega y las dificultades que nos encontremos en ese proceso de consecución.

Actitudes en contra:
  • Tener expectativas
  • Desinflarnos y volvernos a inflar repetidamente. Es decir, arrancarnos y derrotarnos una y otra vez, lo que implica volver a empezar en peores circunstancias.

Actitudes a favor:
  • Saber que cada paso que damos nos acerca al objetivo.
  • Tener conciencia de que lo importante es luchar por ello y no derrotarse jamás.

Debajo de eso se esconden capas oscuras de nuestras creencias más profundas sobre la vida, el género humano y nosotros mismos. ¿Podremos conseguirlo? ¿Tenemos los valores y los recursos suficientes para llegar? ¿Los demás nos van a ayudar? ¿La vida está con nosotros?

Ahí es donde nos la jugamos… o no. A ver quién es el listo o la lista que toma la firme determinación de luchar y defender una ilusión cuando no cree que pueda hacerla realidad y que todo lo que no es él o ella misma, lejos de ayudarle le va a poner problemas para desalentarlo y que muerda el polvo.

Después de haber conectado con una ilusión grande, pequeña o mediana (cuanto más grande, mejor, claro), y haber tomado la decisión de adquirir un terreno para plantar lechugas, tomates y cebollas y comenzar a cultivar, cuando llevamos menos de la mitad, alzamos la cabeza y nos surge la duda. ¿Vamos a poder conseguirlo? ¿Tendremos la fuerza suficiente para terminar y después regar, abonar, etc.? ¿Y si el clima nos echa a perder todo con una tormenta o una sequía? ¿Los demás nos ayudarán o están esperando a que fracasemos? Tanto esfuerzo entonces ¿para qué? Tal vez nos hemos equivocado y no era eso lo que queríamos hacer aunque lo hemos cogido con mucha ilusión…

Así, terminamos por sabotear cualquier proyecto y con menos  ganas cada vez de comenzar otro.

Materializar la ilusión, es decir, ver resultados, no es lo más importante en el proceso. El hecho de que vaya a haber dificultades que creemos insalvables tampoco lo es. Lo básico y fundamental es saber la posición que ocupo y la actitud que tengo: de derrota o de camino hacia el desarrollo y la consecución. Conociendo esto ya sabemos si estamos construyendo piedra a piedra o estamos dinamitándolo todo.

Cuando uno está dentro puede ocurrir que se pierda y que se encuentre desorientado. Entonces surge una necesidad de que alguien  nos diga si todo está bien y si todo va a acabar bien. ¿Y si no hay nadie? Lo propio es poder transmitírnoslo a nosotros mismos cuando nos encontramos en esa situación, ya que esperar a que alguien lo haga puede acabar desesperándonos.

“Todo está bien y todo va a salir bien”. ¿Por qué? Porque nuestra actitud es de construir y nos orientamos en esa dirección. Porque cogemos la responsabilidad de defender la ilusión y la felicidad de todos los seres. Entonces todo está bien y por lo tanto, es imposible que no acabe bien. Si yo apuesto por ello al cien por cien, podré decir entonces a otra persona -o a muchas de ellas- que no se preocupen, que entregándonos a ello, todo está bien y todo va a salir bien. Y será creíble. 

3 comentarios:

  1. Muchas gracias Maite, M'a encantao! esto último que dices me recuerda a mi abuela Mundeta, ella me decía muy a menudo, "tranquila todo está bien" y me miraba con mucha paciencia. Yo entonces me sentía de maravilla, y respiraba tranquila. Gracias Maite, me ha llegado al corazón. besitos, Jade

    ResponderEliminar
  2. Eres toda una inspiración. Muchas gracias y especialmente por tu ejemplo, tu valor y entrega. Enhorabuena. Me siento feliz y afortunada de conocerte y tenerte en mi vida. Lorena.

    ResponderEliminar
  3. Maravilloso escrito! muchas gracias Maite, es un honor, un placer y una enorme sanación leerte pues con tus escritos lo que nos dices siempre es "tranquila todo está bien" y da un gustito, y ayuda tanto...
    Gracias por tu ejemplo y por llevar a cabo tu ilusión, es un placer ayudarte a conseguir tus ilusiones, pideme lo que necesites. te quiero!

    ResponderEliminar