Todo o nada. Blanco o negro. La
famosa escala de grises está fenomenal para explicar otros conceptos o para
consolar a amigos desesperados. Sin embargo, en cuanto a nosotros se refiere
queremos lo que queremos para ayer. Vamos, que lo de ir poco a poco no nos
suele hacer mucha gracia. Tal vez son reminiscencias de la infancia, cuando
queríamos el yogur en ese
momento y no las lentejas para llegar al yogur.
momento y no las lentejas para llegar al yogur.
¿Cómo construir desde los
cimientos sin perder la fe, la fuerza, la esperanza de que realmente vamos a
poder llegar a amueblar la casa si lo que vemos es que no hemos llegado ni a la
segunda fila de ladrillos?
Todo va a depender de nuestra
entrega y las dificultades que nos encontremos en ese proceso de consecución.
Actitudes en contra:
- Tener expectativas
- Desinflarnos y volvernos a inflar repetidamente. Es decir, arrancarnos y derrotarnos una y otra vez, lo que implica volver a empezar en peores circunstancias.
Actitudes a favor:
- Saber que cada paso que damos nos acerca al objetivo.
- Tener conciencia de que lo importante es luchar por ello y no derrotarse jamás.
Debajo de eso se esconden capas oscuras de nuestras creencias más profundas sobre la vida, el género humano y nosotros mismos. ¿Podremos conseguirlo? ¿Tenemos los valores y los recursos suficientes para llegar? ¿Los demás nos van a ayudar? ¿La vida está con nosotros?
Ahí es donde nos la jugamos… o
no. A ver quién es el listo o la lista que toma la firme determinación de
luchar y defender una ilusión cuando no cree que pueda hacerla realidad y que
todo lo que no es él o ella misma, lejos de ayudarle le va a poner problemas
para desalentarlo y que muerda el polvo.
Después de haber conectado con
una ilusión grande, pequeña o mediana (cuanto más grande, mejor, claro), y
haber tomado la decisión de adquirir un terreno para plantar lechugas, tomates
y cebollas y comenzar a cultivar, cuando llevamos menos de la mitad, alzamos la
cabeza y nos surge la duda. ¿Vamos a poder conseguirlo? ¿Tendremos la fuerza
suficiente para terminar y después regar, abonar, etc.? ¿Y si el clima nos echa
a perder todo con una tormenta o una sequía? ¿Los demás nos ayudarán o están
esperando a que fracasemos? Tanto esfuerzo entonces ¿para qué? Tal vez nos
hemos equivocado y no era eso lo que queríamos hacer aunque lo hemos cogido con
mucha ilusión…
Así, terminamos por sabotear
cualquier proyecto y con menos ganas
cada vez de comenzar otro.
Materializar la ilusión, es
decir, ver resultados, no es lo más importante en el proceso. El hecho de que
vaya a haber dificultades que creemos insalvables tampoco lo es. Lo básico y
fundamental es saber la posición que ocupo y la actitud que tengo: de derrota o
de camino hacia el desarrollo y la consecución. Conociendo esto ya sabemos si
estamos construyendo piedra a piedra o estamos dinamitándolo todo.
Cuando uno está dentro puede
ocurrir que se pierda y que se encuentre desorientado. Entonces surge una
necesidad de que alguien nos diga si
todo está bien y si todo va a acabar bien. ¿Y si no hay nadie? Lo propio es
poder transmitírnoslo a nosotros mismos cuando nos encontramos en esa
situación, ya que esperar a que alguien lo haga puede acabar desesperándonos.
“Todo está bien y todo va a salir
bien”. ¿Por qué? Porque nuestra actitud es de construir y nos orientamos en esa
dirección. Porque cogemos la responsabilidad de defender la ilusión y la
felicidad de todos los seres. Entonces todo está bien y por lo tanto, es
imposible que no acabe bien. Si yo apuesto por ello al cien por cien, podré
decir entonces a otra persona -o a muchas de ellas- que no se preocupen, que entregándonos
a ello, todo está bien y todo va a salir bien. Y será creíble.
Muchas gracias Maite, M'a encantao! esto último que dices me recuerda a mi abuela Mundeta, ella me decía muy a menudo, "tranquila todo está bien" y me miraba con mucha paciencia. Yo entonces me sentía de maravilla, y respiraba tranquila. Gracias Maite, me ha llegado al corazón. besitos, Jade
ResponderEliminarEres toda una inspiración. Muchas gracias y especialmente por tu ejemplo, tu valor y entrega. Enhorabuena. Me siento feliz y afortunada de conocerte y tenerte en mi vida. Lorena.
ResponderEliminarMaravilloso escrito! muchas gracias Maite, es un honor, un placer y una enorme sanación leerte pues con tus escritos lo que nos dices siempre es "tranquila todo está bien" y da un gustito, y ayuda tanto...
ResponderEliminarGracias por tu ejemplo y por llevar a cabo tu ilusión, es un placer ayudarte a conseguir tus ilusiones, pideme lo que necesites. te quiero!