¿Para qué intentarlo si no
sabemos si lo vamos a conseguir? Para entrenarnos en conseguirlo.
Los niños tienen un instinto muy
fuerte para iniciar una acción que mantiene un carácter propio de ensayo hasta
que se consigue. Si no fuera así, nunca lograrían andar, ni ser autónomos, ni
hacer una torre con piezas de madera. Saben que se entrenan para lograrlo y
dentro de las opciones no contemplan el fracaso ni la derrota.
El fin no es lo más importante,
pero es lo que nos impulsa a iniciar el camino. Superar los obstáculos es lo
que nos va a ir fortaleciendo.
Cuando nos entregamos a luchar
hasta el final desarrollamos fuerza, determinación, poder, estrategias y cada
vez conseguimos ir un poco más allá. Con el tiempo nos damos cuenta de que la
torre con tres piezas de
madera es pan comido y ahora hacemos ciudades enteras, y de desarrollo sostenible si te descuidas.
madera es pan comido y ahora hacemos ciudades enteras, y de desarrollo sostenible si te descuidas.
¿Qué significa “ir hasta el
final”? Y es más: ¿cómo sabemos que es el final? Ir hasta el final significa no
quedarse por el camino, no recular porque la cosa se ponga difícil. Nadie dijo
que iba a ser fácil ni que veníamos a este mundo a limarnos las uñas o a jugar
a la petanca. Venimos a desarrollar el bien, a construir para todos, a hacer
realidad las ilusiones, a crear un mundo feliz para todos. Por eso sabemos que
hemos llegado al final cuando lo conseguimos. Y es la única manera de parar:
porque ya hemos llegado. Ahí se abrirán nuevas puertas, nuevos propósitos,
nuevas metas. Entonces continúa el viaje.
En caso de no llegar hasta el
final estamos abandonando las ilusiones, la nuestra incluida y eso está
prohibido porque son derechos fundamentales y lo que acabaremos generando
es pesimismo, sufrimiento y fatalidad.
¿De dónde sale la fuerza para no
derrotarse por el camino? Del poder absoluto. ¿Cómo y cuándo se adquiere? Desde
que nacemos nos lo van transmitiendo padres, madres, abuelos, abuelas,
profesores, etc. y vamos haciendo prácticas, equivocándonos y
rectificando. Así hasta que llegamos a la edad adulta y nos
"independizamos". Es decir, seguimos manteniendo las relaciones que
nos alimentaban y ahora además somos nosotros los que comenzamos a traspasar
ese poder, ese aprendizaje, esa experiencia a la siguiente generación mientras
seguimos evolucionando. Esto, en la teoría.
En la práctica la enseñanza, no
muy constructiva suele ser "no se puede", "el mundo está así de
mal, así que haz lo que te dejen", o "no pierdas el tiempo con tantos
pájaros en la cabeza". Porque con todo el poder, uno puede tener grandes
ideales, que no pájaros, y llegar mucho más lejos de lo que le habían vaticinado
en un principio. En cambio, si lo que tenemos son enormes sueños pero con muy
poco poder, nos desesperaremos por el camino.
¿Por qué no nos transmiten todo
el poder ni todo el amor para poder ser "invencibles"? Muy sencillo:
uno da lo que tiene. Si lo que tenemos es mal rollo, pues eso transmitiremos.
Si lo que tenemos son limitaciones, conseguiremos que los herederos sean
limitados. Eso de ser héroes o heroínas anónimos queda, por tanto,
comprometido.
Partimos con una mala base en
cuanto a ayuda y muy buena voluntad personal, por lo general. Esto significa
que necesitamos entrenarnos más y buscar personas que nos ayuden en este
desarrollo. Por lo menos, personas que estén en el mismo camino que nosotros, que
no se derroten en los momentos críticos.
Volvamos al "motivo de
intentarlo". Cuando nos entrenamos para algo, al final nos hacemos
expertos. Si nos entrenamos para fracasar, seremos expertos fracasados, pero si
nos entrenamos para conseguir algo de manera sana, al final lo conseguimos. La
Vida nos protege y nos ofrece todo lo que necesitamos en nuestro camino. De eso
podemos estar seguros.
Además, a pesar de que
necesitamos nutrirnos de los demás, nuestro espíritu es el que alberga todo el
poder y todas las respuestas a las preguntas. El nuestro, y el de cada uno de
los seres humanos que habitamos este planeta. Todos tenemos el poder de
perseverar, luchar, defender, idear, proteger, aguantar en los momentos
difíciles. ¿Por qué? Por amor. ¿Para qué? Para conseguirlo todo... con
entrenamiento.
Muchas gracias Maite por la inspiración y el ejemplo que das al mundo. besos! me encanta!
ResponderEliminarMuchas gracias Maite por la inspiración y el ejemplo que le regalas al mundo.besos!me ha encantado!
ResponderEliminarSiempre dando en la diana y de un modo tan lúcido, seguro y amoroso que crea escuela y derriba barreras. Muchas gracias por esa conexión y entrega hasta el final!! Lorena.
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