La inmensidad nos hace sentir
pequeños, vulnerables, por eso conectar con la infinitud del universo, la
eternidad del ser, nos provoca vértigo.
De hecho, ni siquiera queremos
entrar en terrenos farragosos para los que utilizamos el calificativo de “filosófico”
-o incluso “esotérico”- a menudo usado de forma despectiva, aburrida o poco
clarificadora. Entonces decimos “carpe diem”, que lo importante es vivir, el
presente. Y así es. Pero el presente no tendrá ningún sentido si no lo
sujetamos desde la profundidad, si no lo anclamos a la conciencia, al espíritu.
La sensación real de estar en el
universo -y no de ser el centro de él- acude a nosotros en forma de pequeñas
ráfagas espaciadas en el tiempo. Por eso, cuando entramos en contacto con esa
conciencia es importante
aprovecharlo y reorientarnos adecuadamente desde lo existencial a lo concreto, sin miedo a sentirnos perdidas o perdidos. Ya nos encontraremos.
aprovecharlo y reorientarnos adecuadamente desde lo existencial a lo concreto, sin miedo a sentirnos perdidas o perdidos. Ya nos encontraremos.
Cuando vivimos la fugaz
experiencia de vernos como una parte del todo, volvemos al punto de partida y
nos damos cuenta de que vinimos desnudos a este mundo y que no tenemos nada que
perder porque no trajimos nada. Nada material. La reconquista comienza por
reconocer nuestra misión en la vida. Volver al punto cero.
Desprenderse de miedos,
sobreponerse a las pérdidas, superar los bloqueos, evolucionar, desarrollarse,
lanzarse al vacío confiando en que la Vida nos pone una red. Pero ¿cómo
dar la importancia a lo importante cuando temblamos como
criaturas desvalidas?
Por mucho que tratemos de
evitarlo, siempre aparecerá una situación que nos coloque al borde del precipicio y sin protección. En realidad, no es una situación, es LA
situación. La que dé en nuestra diana –cada uno la suya- y nos ponga de los
nervios; la que nos coloque en una tesitura donde podemos decir: “todo está
perdido” o, por el contrario, “hay una solución, aunque todavía no la vea”. Es
la diferencia entre el sufrimiento y la autocondena o la evolución y la
responsabilidad.
Desde la conciencia de lo que
somos y de lo que hemos venido a hacer a este mundo podemos enfrentarnos a
todo. Porque nunca es tarde, porque podemos hacerlo y porque es lo que tenemos
que hacer. Lo sabemos.
La Vida nos da a todos los seres
vivos un recurso para cazar y otro para defendernos. Es decir, para
alimentarnos de todo lo que necesitemos y para evitar que acaben con nosotros.
Eso es así. De tal manera que podemos realizarnos y ser medio de realización
para otros. Esos recursos, esas herramientas, esos valores son comunes a la
especie y también concretas para cada ser humano. Cada uno tiene su estilo, su
manera de hacerlo, que se diferencia de los demás. Es cuestión de conocerlo y
utilizarlo.
Con esa conciencia de lo efímero
de la vida, vemos que el tiempo es limitado y hay muchas cosas por hacer. El
sufrimiento es un invento para arruinarnos la vida a nosotros y a los demás. ¿Quién
ha sido el genio de ese “invento”? Pfff… Habría que remontarse a muchas generaciones atrás, en el momento
que alguien abusó y otro aceptó el abuso. Pero como no vamos a hacer
antropología de las desgracias, plantémonos en el presente y conectemos con
toda nuestra fuerza que viene del espíritu para construir, para saber que lo importante
es salvar vida, no si yo me lo llevo. Saber que después de nosotros estarán
nuestros hijas e hijos, que son hijas e hijos de todos y que no deben pasar por nada malo que
nosotros hayamos vivido. Sentir que, si alguien sufre, alguien es víctima de
injusticias, de desigualdades no habrá equilibrio ni evolución del mundo. Por
eso, cada uno de nosotros es imprescindible que trabaje para el bien común.
Conectarse espiritualmente y
vivir desde ahí nos hace grandes, tal y como somos de verdad.
Toma ya!!! menudo antenón guapa!!!! muchas gracias, muchas gracias de verdad. Jade
ResponderEliminarAdmirable, tanto el artículo como tú por mantenerte y tener esa conexión que compartes con tod@s. Gracias.
ResponderEliminargracias por tender para todos un cable directo a dios
ResponderEliminarQue de cosas eres capaz de plasmar en un articulo, es maravilloso, me has hecho sentirme parte del todo con lo que nos transmites.
ResponderEliminarGracias. Mikel
Para no rendirse nunca no hay nada como leerte. Gracias!
ResponderEliminarPara no rendirse nunca es genial leer tus artículos, sale una fortalecida de ellos. Gracias!
ResponderEliminarTienes mucha vision profunda de las cosas de la vida.Si tenemos una mision en esta vida ,desde luego es vivir y para nada sufrir.gracias de corazon por hacer de" pepito grillo."
ResponderEliminararturo
Aguantemos nuestras ganas de vivir y realizarnos por encima de los envites de esta sociedad des-humanizada.¡Adelante compañeros!
ResponderEliminarFermin Rivas
Siento claramente que somos parte de un Todo inteligente y magnicigente ,que lo abarca todo y nos guia hacia nuestro destino personal y relacional de felicidad .Un dia tuve un sueño... y era este.
ResponderEliminardesde Santurce Pachi
Y no estamos sol@s en hacer el bien!! Ningún niñ@ merece tener una sola experiencia de maltrato. Imprescindible entregarse siempre, denunciar, defender y proteger!! Gracias. Lorena.
ResponderEliminar