8 de mayo de 2012

Tener y no tener

Además de una maravillosa película de los años cuarenta, “Tener y no tener” es el dilema con el que nos encontramos a menudo.

¿Qué significa tener? Es un concepto de posesión, de materialización de cara a uno mismo y a los demás. Es decir, que puedes contabilizar tus hazañas.
Es como irte de vacaciones y traerte las fotos o los souvenirs. Son para ti pero demuestran a los demás dónde has estado, lo que has conseguido o comprado y la importancia de la experiencia para ti reflejada en esos objetos. No todas las personas que viajan a un mismo destino sacan las mimas fotos ni compran las mismas cosas.

¿Qué significa no tener? Según el recuento material significa estar desposeído de símbolos que te integren y te relacionen con otros seres
humanos. Consiste en irte de vacaciones y traerte todo el equipaje en tu corazón, tu retina, y algo te ha cambiado por dentro, en el mejor de los casos, claro.

Cuando no se tiene puede ser porque eso no es lo más importante para la persona o porque se lo han robado. También puede ser que estemos en el sofá esperando un milagro y que arda el poto de plástico o algo así para reaccionar.

Cuando se tiene puede ser porque para la persona era importante tener o porque simplemente ha desarrollado un poder que le ha llegado de forma natural, como debe ser. También puede que tenga porque lo ha conseguido de manera ilegítima.

Es un error renunciar a tener cosas y es un error tener el objetivo de conseguirlas como prioridad. Nos llegan de forma natural cuando seguimos un camino de autenticidad: nos llega el amor, la persona que nos ama, la realización a través del trabajo y la correspondiente remuneración, los hijos como fruto de unión, amor y pasión entre el hombre y la mujer, el “nido”, o casa, para poder criarse en paz y tranquilidad, etc.

¿Qué pasa cuando no llega?

a)      Pues nos tiramos por el barrando. ¡Noooo!
b)      Entonces, vamos a por ello de cualquier manera. ¡Noooo!
c)      Abandonamos nuestro desarrollo porque no sirve de nada. ¡Noooo!

¿Entonces?

Lo importante es vivir y luchar por todo ello, lo consigamos o no. No caben las comparaciones con otros que sí lo hayan conseguido, porque si lo han hecho vendiéndose, es un infierno para ellos y no hay nada que envidiar. Y si lo han hecho siguiendo un buen camino, tenemos un referente al que podemos pedir ayuda.

La cabeza debe estar bien alta porque sólo nosotros sabemos lo que hemos hecho: dónde estábamos y dónde estamos. Con esa dignidad nos relacionamos. No somos menos. Ningún ser humano está por encima de otro ser humano, ya tenga muchos ceros en la cuenta bancaria o sea un guía espiritual o sea reconocido y respetado socialmente y el otro disponga de una cartilla con números rojos, tenga el cinturón blanco-amarillo de desarrollo espiritual o no lo conozcan ni en su casa.

No hay que buscar la posesión como objetivo vital, por encima de cualquier principio o ética, ni tampoco huir de ello como si nuestra alma fuera a corromperse. Conseguir, materializar, disponer, es y se vive de manera natural, o por lo menos así debe ser. Y por supuesto, adquiere movimiento. (No voy a decir “fluye” que me da un poco de alergia “new age” por el concepto de flotar en la irrealidad…). Lo material es mutable, y necesario que así sea para evolucionar. De lo contrario aún caminaríamos a cuatro patas, y hoy en día es bastante incómodo, aunque hay muchas personas que lo hacen, o por lo menos parte de su cerebro se aferra a no evolucionar y acumulan y guardan bajo llave todo lo “conseguido”, o deciden resignarse a no tener.

La frase completa sería “(Buscar) tener y (no rayarse con) no tener”.

1 comentario:

  1. Entrar en tu blog es como cuando estas en la playa superagobiado del calorazo y rebozado de arena y de repente te sumerges en el agua del mar y te purificas,te refrescas y te sientes en armonía con toda la naturaleza.Gracias por tu sabiduría,por tu forma tan especial de transmitirla y sobre todo gracias por salvarme y alegrarme la Vida.
    Juan Jesus Rodriguez

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