28 de mayo de 2012

Cuando la vida se rebela

Creer que estamos por encima de la vida es un acto de soberbia. La vida se manifiesta con todo su poder por encima de cualquiera que pretenda retarle, porque la vida es inmensa y brota a raudales. Creerse más listo que ella es la actitud más estúpida que se puede adoptar. Explotar todos los recursos naturales, explotar a otros seres humanos, romper la cadena natural de la que formamos parte con plantas y animales en beneficio propio por codicia es un comportamiento miserable.

La vida se rebela y de ahí es de donde los seres humanos tomamos ejemplo y fuerza para hacer lo mismo.

Retar a la vida es apostar por la involución del ser humano y arruinarse totalmente. Inventarse leyes para salvar el culo después de haber cometido todos los delitos morales imaginables e inimaginables es creerse dios y buscar cepillarse todo lo sagrado.

Porque sí, señores y señoras "listos" y "listas" del planeta del robo, la mentira, la envidia, la usura, la mezquindad, la estupidez, la hipocresía, la envidia, la sordidez, la infamia y la maldad: lo sagrado existe. Y no sólo existe, sino que es la verdad universal. La bondad, el amor, la vida son sagrados y somos responsables de su cuidado, respeto y defensa y de entregarnos a ello con humildad. Ya somos grandes, no necesitamos un carné que lo certifique, ni un título o muchos, ni más y más dinero, ni que nos reverencien para sabernos así. De hecho, si lo necesitamos es que no lo tenemos nada claro. Sin embargo, nada de eso va a liberarnos de la angustia y de la  inseguridad de sentirnos mediocres excepto nuestra conexión con la vida.

Volviendo al tema que nos ocupa, la vida va por delante de nosotros y nos ayuda y nos lo da todo cuando nos ponemos a su servicio.

La vida existía antes de que viniéramos a este mundo con este cuerpo y seguirá existiendo cuando nos vayamos de aquí. Es sabia, así que aprovechemos su sabiduría, su fuerza, su rebeldía, su bondad, su amor porque son valores que están dentro de nosotros, ya que nos los ha traspasado. Y su fragilidad. Por eso hay que cuidarla.

En un momento estamos y en otro nos hemos ido. Que la vida continúe no nos exime de responsabilidad de protegerla, puesto que cada ser vivo tiene la ilusión y el derecho de vivir y disponemos de los recursos para hacerlo, conciencia incluida.

Seamos imprevisibles, creativos, utilicemos los medios que nos facilita la vida -la fuerza, la determinación- porque son semillas que llevamos dentro, como las plantas, para desarrollar, y que crezcan y se manifiesten.

Si no podemos evolucionar en un entorno, porque no reúne las condiciones adecuadas, creamos otro. Imparables y conscientes de nuestra misión, del sentido de nuestra existencia.

Como ejemplo, aquí va el resultado de la vida, que elige dónde y cómo manifestarse, de forma imprevisible, creativa, con fuerza y fragilidad y, por supuesto, mucho sentido del humor.



Hoy, en el balcón de mi casa


1 comentario:

  1. El brote se hizo flor!!! Qué maravilla. La vida siempre por delante :) Lorena.

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